martes, 7 de octubre de 2008

Colima Lee

Colima Lee es una bitácora de lectura. No aspira a convertirse en el diario de un lector empedernido ni en las tablas de moisés para el fomento de la lectura. Sí hay en ese sitio una intención fundamental: la entrega de claves de lectura; herramientas sobre la lectura y la escritura; textos diversos; canales de narrativa, poesía, ensayo en alojadores de video; y otros tantos artilugios para aquellos que gusten de ese placer que siempre otorga la lectura. Los invito. Paseeénleeeeeeee...

miércoles, 1 de octubre de 2008

Un poema en contra del capitalismo:

usted tiene la culpa
de todos los dolores del mundo
a usted culpo
de que al continente africano
le duela la muela
la culpo
por hacer de mi poesía
un motivo de ceniza
la culpa de las guerras
y de los chocolates
es usted
a quien debemos poner un cascabel
como a los gatos

martes, 26 de agosto de 2008

Mapa Poético de México

(Adán Echeverría realizó una labor maratónica. Aglutinar un buen número de representantes de la poesía en cada entidad, todos nacidos después del 60. El resultado es ejemplar: un directorio-antología en el que se señalan los puntos de la geografía poética del país. En la selección aparecen 10 poetas colimenses: Rogelio Guedea, Carlos Ramírez Vuelvas, Avelino Gómez Guzmán, Nadia Contreras, Alberto Vega Aguayo, Yuliana Valle, Sergio Briceño, Verónica Zamora, Alberto Meillón y su servidor. Sea pues, una muestra de la buena salud que goza la poesía colimense.)


LAS INTENCIONES AL REALIZAR UN MAPEO DE LA POESÍA CONTEMPORÁNEA EN MÉXICO

Por Adán Echeverría

Cuando en junio de 2007 lancé la convocatoria del proyecto Del silencio hacia la luz: Mapa poético de México. Poetas nacidos en el período 1960 - 1989, supe que la revisión de la “poesía” que se está escribiendo en México habría de dejarme, las más de las veces, buenas lecturas. Es necesario reconocer que no todo libro que se diga de poesía es un poemario, pero ¿quién soy para juzgarlo? El proyecto Del silencio hacia la luz, busca exactamente lo contrario, brindar el panorama de los autores mexicanos de tres décadas, y permitir a los lectores, que sean ellos los que juzguen. Meses atrás había caído ante mis ojos el libro A contraluz. Poéticas y reflexiones de la poesía mexicana reciente, (FETA, 2005), compilado por Rogelio Guedea y Jair Cortés, y pude leer los apuntes de quince “poetas” mexicanos expresando su forma de mirar, vivir, palpar la poesía, desde alguna intención crítica. Debido a ello supe de la necesidad que se planteaba, generar la discusión con respecto a la creación poética, buscar el debate de ideas; pero reunir a quince autores que hablen sobre la poesía se me hizo muy poco. Por eso me fui convenciendo de la necesidad de crecer el panorama, de conocer más sobre estos autores, y supe que había de revisar a muchos otros, y que mejor forma de hacerlo que consultando sus escritos, ya sea los libros publicados o el cúmulo de revistas impresas que fueran cayendo en mis manos. Es necesario reconocer que esta es una tarea que se presentaba fuera del alcance de la mayoría de los lectores de poemas, pero mi terquedad pudo más.

Entonces recordé una sentencia que una vez alguien dijo en un taller de lectura: si quieres, puedes leerte toda la obra de algún escritor ruso, te llevarás algunos años pero podrías hacerlo; lo que se aconseja sería leer al menos una obra de cada autor, así conocerás más estilos, disfrutarás muchas más visiones, podrás recuperar diferentes emociones y formas de pensar, y me quedé con esa intención.

Habría que reunir una muestra de la poesía que se escribe en México en un solo libro, otra misión imposible si pensamos en el libro tradicional impreso, pero ahí está la posibilidad del libro en formato electrónico. Fue por ello que me decidí a reunir a los poetas en un solo documento, y me surgieron más dudas: ¿Con qué objeto? Para admirar la poesía que están creando, disfrutarla, juzgarla, paladearla, y que cada lector pueda encontrar su propia razón para reunir la poesía, yo espero poder brindársela. Sin embargo, tuve que aceptar que la distribución de muchos de los poemarios que se publican en ediciones de autor, así como por editoriales independientes, o por medio de los institutos de cultura de cada uno de los estados, no cuentan con los suficientes canales de distribución. Por ello recurrí además de las fuentes documentales tradicionales, al motor inmenso de la Red Internacional o Internet.

Ante muchas de esas dificultades de distribución, la lectura e investigación era necesaria. Es difícil y bastante duro para la economía de muchos conseguirse toda la colección de poesía del Fondo Editorial Tierra Adentro (FETA), y habrá que dejar de mirar siempre hacia el centralismo tan insistente en el país, porque el país de las letras, el país de la palabra, el sitio donde la poesía se escribe no puede ser limitado a revistas o editoriales, cualquiera que sea su gradiente de prestigio. La distribución de los libros de poesía es verdaderamente reducido, repito, sin embargo, la comunidad poética no es del todo egoísta, y un autor me fue presentado a otro, o me fue conduciendo hacia otros, me sugirieron libros, me enviaron sus poemarios, sus revistas, algunas antologías y así el documento comenzó a crecer. Esto porque era necesario, que además de los autores que pudieran enviarme su obra vía correo electrónico, dí por hecho que muchos autores no se enterarían de la convocatoria pero, para tener una muestra más completa, era necesario encontrar su trabajo poético.

Comenzó mi búsqueda de antologías, primero cayeron en mis manos los volúmenes de poesía yucateca compilados por el investigador Rubén Reyes, La voz ante el espejo, quien logró reunir a los poetas yucatecos nacidos en los siglos XIX y XX, y pude observar que el camino debía extenderse a los colectivos de poesía nacionales. Y así, los documentos colectivos de poetas fueron llegando a mí, ora de librerías de viejo, ora por medio de obsequios, y muchos de ellos he tenido que comprarlos, libros como Poetas de Tierra Adentro, El manantial latente, y muchos otros. Aún así, a pesar de la extensa bibliografía que he conseguido, se me ha hecho poco. Primero fui conformando un listado de poetas que cumplieran con los límites estipulados en la convocatoria. Dicha lista fui enviándosela a los autores, y fueron éstos quienes tuvieron a bien comentarle a sus compañeros, a sus conocidos, y más autores se acercaron al proyecto. El listado crecía. Es necesario dejar claro que son muchas las antologías que no he podido conseguir, ya sea por mi presupuesto, ya porque no se distribuyen en Mérida. Aún así esta muestra de 659 autores se fue conformando.

Con un poco de mirar el mundo de la literatura en México, uno puede darse cuenta y tomar conciencia de lo injusto que han estado siendo la infinidad de antologías, cuadernos colectivos de poesía, así como los apartados que en diversas revistas nacionales se han desarrollado acerca de grupos de poetas, reunidos debido a la amistad, al compañerismo, por formar parte de un taller literario, hasta por el hecho de hablar de Mafias literarias, (hay una insistencia con esto de las mafias, porque nos hemos sumido hasta el cuello en la corrupción, digan si eso no es poesía).

La antologuitis ha ido en aumento, y cada libro, ensayo, nota acerca del tema poético viene a ser un pequeño muestrario que permite al lector (el crítico sale sobrando), la oportunidad de reconocer la calidad de dichos antologadores, y preguntarse ¿es ésta la poesía que se escribe en México?, ya que cada “autoridad” que se dedica a realizar compilaciones pudiera pensar que su selección es aquella que debe representar a la poesía que se desarrolla en este país, en un espacio de tiempo reducido. Y muchos otros dirán, faltó este autor, ignoraron a tal escritor. Lo cierto es que el número de antologías es inmenso, al cual debe sumarse el poder de la tecnología y los alcances que tienen las páginas web, y veremos que el número de los autores reunidos por medio de una moderna “asamblea de poetas” crece de manera exponenciada. Ya Samuel Gordon, presentó algunos breves atisbos sobre la poesía mexicana al fin de siglo, señalando las diversas antologías que tuvo que revisar y recorriendo un número aproximado de 200 poetas contemporáneos, de los que señala: son las generaciones sin generación, donde lo único que podría agruparlos son las antologías. Así tenemos, como se ha señalado los libros Poetas de Tierra Adentro, El manantial latente, Cartografía de la literatura oaxaqueña actual, los Anuarios de poesía mexicana, los libros denominados Los mejores poemas mexicanos, los colectivos resultado de las becas de jóvenes creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), y un muy grande etcétera.

Para dejar constancia de ese panorama que señala Gordon, el Mapa Poético de México pretende ordenar a los autores desde una simplicidad: su lugar y fecha de nacimiento. No se detiene a pensar en ordenar el trabajo de los autores por inventos retóricos de connotación de sentimientos, automatismo ni imágenes de la naturaleza, tampoco por medio de expresiones del subconciente que no aclaran nada como poemas pertenecientes a estratos adánicos, o metalingüísticos, no, nada de eso. Se pretende ordenarlos por su lugar y año de nacimiento. Es por ello que tuvo que ponerse límites únicamente con el afán de que el documento no se extendiera hacia el infinito; límites que se estipularon como requisitos: Nacidos entre 1960 y 1989, esto porque la generación del 50 ha sido más estudiada y reconocida (véase el libro de Alí Calderón y algunos más). Creemos que con la convocatoria del proyecto Del silencio hacia la luz, podremos reunir a los poetas cuyos trabajos han sido reconocidos por medio de premios, publicaciones, o inclusiones en las ya mencionadas antologías.

El resto de los requisitos fue y es: 1. Haber publicado al menos una plaquette de poesía o haber ganado un premio de poesía (estatal, regional o nacional). 2. Haber publicado poemas en alguna revista de las que el Sistema de Información Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ha censado estado por estado; este punto que ha sido muy discutido por los autores que se han acercado al proyecto, no ha sido pensando con el afán entreguista de reconocer como buenas revistas a las que el CONACULTA tiene registradas; sino que nos ha servido de herramienta para conocer las publicaciones periódicas, a sus editores y a los autores que participan con ellos. En ocasiones para los mismos autores que participan en el Mapa, el conocer sobre las revistas indexadas en el SIC-Conaculta, les ha permitido relacionarse con ellas para promocionar su obra en otros estados de la República mexicana.

Hay que recalcar que este es un proyecto INDEPENDIENTE, que aunque es apoyado por el Centro Yucateco de Escritores, A.C., para darle mayor realce, debido a la prestigiosa trayectoria de esta asociación civil en el sureste de México, no se ha condicionado la inclusión de tal o cual autor por su cercanía con tal o cual agrupación. Se respetaron los límites presentes en la convocatoria, sin dejar de ser un proyecto incluyente, abierto a la crítica, que se alimenta del apoyo de los autores a lo largo y ancho del país, quienes han decidido participar en él, así como los autores que fueron incluyéndose debido a la investigación que he venido realizando en los últimos 12 meses. Los logros están a la mano, se ha logrado conjuntar un total de 658 autores de los 32 estados de la República Mexicana, nacidos en los 60, en los 70 y en los 80. No dudo que aún con el esfuerzo hayan quedado autores fuera de este documento, recalcó que eso se ha debido a la mala distribución nacional de las obras de las instituciones de cultura de cada entidad que, en la mayoría de los casos, no se distribuyen ampliamente.

Los autores incluidos fueron agrupados en dos documentos, que tendrán varios volúmenes, para facilitar su revisión: El primero será una pequeña gran muestra de su trabajo poético, hasta ahora son más de 1,500 páginas de poesía, por lo cual se han desarrollado siete volúmenes; y el segundo documento incluirá las fichas biobibliográficas de los autores, organizados en orden alfabético, y por década de nacimiento, abarcando dos volúmenes más.

Para evitar suspicacias futuras acerca de por qué algunos autores aparecen con más poemas que otros cabe señalar lo siguiente: según la convocatoria del proyecto que se hizo pública a partir de junio de 2007 cada autor que cumpliera con los requisitos establecidos podía mandar hasta seis cuartillas de sus poemas. Esto daba la libertad a los autores de mandar exactamente seis cuartillas, lo que no implica seis poemas, o mandar un menor número de cuartillas. Los autores tuvieron la oportunidad de decidir enviar algunos fragmentos de su obra ya publicada, pero algunos en cambio mandaron además poemas inéditos. Otro tanto de autores mandó solamente obra inédita. Hubo quien mandó algún poemario completo (más de 40 cuartillas), del cual se extrajó algunos poemas. De todos los autores que por alguna razón no checaron la convocatoria, o no tuvieron la oportunidad de enterarse de la misma, o simplemente hicieron caso omiso de ella, se les incluyó pensando en que la muestra estaría incompleta sin su trabajo. De estos autores que fueron revisados en libros, antologías, revistas e internet, se tomó las más de las veces entre uno y tres poemas, dependiendo de la facilidad con que pudimos encontrar su trabajo publicado.

Hubo algunos autores que a pesar de cumplir con los requisitos señalados, no se pudo localizar su trabajo poético ya sea porque no han publicado nada en la internet, porque no tuve acceso a su obra publicada sino solamente a su ficha biobibliográfica. Estos autores fueron enlistados en un apéndice al final del volumen siete.

Quiero recalcar que soy conciente que muchos autores aún han quedado fuera de la muestra, la más de las veces, estoy convencido es por falta de distribución de su trabajo poético, es decir, no los encontré en las antologías y revistas que revisé, pero pueden estar en antologías o en libros cuya circulación no alcanza a llegar a estas tierras del sureste. En algunas ocasiones, fueron autores ya incluidos en el mapa poético quienes avisaron a sus compañeros (sus paisanos diríamos) para que se sumaran a este esfuerzo, y fueron incluidos. Esperemos que ediciones futuras del mapa, estos vacíos logren llenarse.

Es necesario señalar que ni Armando Pacheco, mi compañero en la compilación, ni un servidor queremos asumirnos como los gurús de la poesía nacional, para decir quién es o quién no es poeta, o qué es o no un poema, o poesía, como muchos antologadores han intentado señalarlo con la publicación de sus obras. Todos los autores incluidos en este gran documento han sido señalados como poetas por aquellos jurados que decidieron otorgarles un premio, por los editores que decidieron publicarles un libro, o por los consejos editoriales de las revistas que decidieron arriesgarse a publicarles algún poema.

Por lo tanto, ni mi gusto poético, ni el de Armando Pacheco pueden ser objetos de discusión, debido a que nos atenemos a dar a conocer el trabajo poético de los autores que, repito, han sido declarados poetas por otras personas. Así mismo, y considerando la Ley Federal de Derechos de Autor de México, respetamos las obras de los autores, y es por ello que hemos sido prudentes con registrar debajo de cada poema la fuente documental de donde obtuvimos los textos, en su caso; con este proyecto no estamos en busca de obtener regalía alguna, ni lucrar con la obra de los compañeros, sino permitir al futuro lector conocer un amplio margen de la creación poética que se desarrolla en México, sumar esfuerzos por la tradición literaria y, sobre todo , crear un documento que permita en una sola revisión conocer con amplitud la poesía que se viene escribiendo en México en los últimos años.

El esfuerzo, las revisiones y el contacto con los autores ha sido y será, por una sola razón que he querido dejar clara, mi afán como lector de la poesía. Por ello es que tomamos la siguiente decisión, temo ser reiterativo pero espero dejarlo claro, son los autores quienes, según la convocatoria, nos hicieron el envío de máximo seis cuartillas de su obra; aquellos autores que no hicieron el envío de su material, cualesquiera que fuera la razón, fueron incluidos, ya que el Mapa no estaría completo sin ellos. De los autores que no recibimos su material poético vía correos electrónicos, se tomaron de fuentes documentales, sean libros, revistas, antologías o páginas de la Internet. Podrá verse que algunos de los autores que aparecen en el listado tienen quizá mayor nombre en el ámbito cultural de México, algunos apenas vienen naciendo, muchos de los autores han publicado apenas plaquetts de poesía en ediciones de autor, pero consideramos que en ningún sentido demerita el trabajo y el reconocimiento de su obra, ya que alguna revista les ha brindado su oportunidad de iniciarse en el ámbito literario por dar a conocer su trabajo.

Es necesario señalar que la convocatoria estuvo abierta desde junio hasta el 31 de octubre de 2007, y los autores tuvieron la oportunidad de enviarnos sus materiales poéticos, así como sus fichas actualizadas vía correos electrónicos. Sin embargo, además, nos basamos en una revisión bibliográfica de muchas de las revistas del Sistema de Información Cultural del Conaculta, así como de las antologías que han sido publicadas en los años recientes, algunas de ellas son muy conocidas ya por la comunidad lectora (que no sólo el bastión poético), así como muchos de los libros de poesía, que tanto Armando Pacheco como yo, hemos logrado recopilar a lo largo de los últimos siete años de trabajo literario.

En la Literatura Consultada aparecen enlistados los libros, revistas y sitios de internet que nos permitieron obtener las fichas biobibliográficas de muchos de los autores. Enlistar todas las revistas, libros y sitios de la red internacional de donde se obtuvo algún poema, haría preciso crear otro documento. De esta forma, los libros, revistas y sitios de internet de donde se tomaron poemas de los autores, aparecen, las más de las veces, justo debajo del poema que se incluyó. Dicha bibliografía será citada en los documentos, así como cada autor que ha sido revisado en dichas fuentes de información, para seleccionar su trabajo poético que formará parte del proyecto, indicará el tipo de fuente del cual ha sido extraído, citando el libro o revista de donde han sido tomados los poemas.

Uno de los principales objetivos que busca cubrir la generación de este documento, es poder contar con un muestrario único, que en un sólo archivo incluya el trabajo poético de autores de 3 décadas, de 32 estados de la república, para sopesar la calidad del trabajo poético que se realiza de un lado a otro del país, de norte a sur, de este a oeste, comparar las creaciones de los autores de la capital, reflexionar sobre su trabajo con los autores de la llamada provincia, poder mirar las diferentes búsquedas, si las hubiera, entre las personas nacidas en los 60, contra los nacidos en los 80, comparar el trabajo de los poetas cuyos libros publicados, por si solos, cubrirían una pared, contra aquellos poetas que arriesgan su vanidad y su economía en sus ediciones de autor, y que no pueden negarse ante el avasallante estado que la cultura juega siempre en los discursos políticos, a la hora de la repartición de premios, y de apoyos económicos, así como de oportunidades, esto en cuanto a una postura política; sin embargo, lo principal debe quedar claro, mostrar una realidad sobre la creación poética en México.

El documento aparece ante sus ojos en archivos PDF y será distribuido en CD’s para los autores, así como por medio de correos electrónicos, durante el mes de agosto de 2008, y desde la ciudad de Mérida, Yucatán. Sin embargo está planeado darlo a conocer en los diversos estados de la República. Para ello pueden formarse mesas de los autores que por cada estado han sido incluidos en el Mapa, para que se sumen al proyecto, formen parte de él y puedan presentar el documento que se les hará llegar.

Este trabajo es un reconocimiento para toda la comunidad poética existente en el país, esos seres cuyo principal reto es romper con la hoja en blanco, y lanzarse a dominarla; expandir su creatividad, su talento, sus propias miserias, sus demonios, en la búsqueda de la frase correcta, de la oración exacta, y que comparten entre sí, una sola cosa: el arriesgarse a ser leídos.

martes, 29 de julio de 2008

Don de Fluir: CuerdaCueroyCanto

CRUNCH! Editores


A través del correo electrónico me enteré de este proyecto. Vale la pena dar una vuelta:


"Crunch! Editores es la primera editorial en México dedicada exclusivamente a la publicación de eBooks gratuitos en español y -a tender- una red social inteligente".
"Como pioneros del libro electrónico nos interesa mantener vivo el ímpetu inicial de la world wide web, recuperando la idea de que el conocimiento debe estar al alcance de todos y ofreciendo nuestros títulos de manera gratuita.
Nuestra línea editorial tiene un especial énfasis en la literatura, las artes, las ciencias sociales y las humanidades, y a partir de 2008, hemos decidido constituirnos como una red social que nos permita seguir compartiendo ideas y contenidos de calidad."

lunes, 14 de julio de 2008

Agustín Santa Cruz: Saludo a los aviadores muertos



El miércoles 16 de Julio, el Gobierno del Estado de Colima a través de su Secretaría de Cultura, realizará un homenaje al poeta Agustín Santa Cruz.

Huelga decir que Santa Cruz ocupa un asiento solitario en luneta del espectáculo literario colimense.

El homenaje a Santa Cruz iniciará con la edición de la antología esencial En una mañana así, preparada por Ada Aurora Sánchez y Marco Jáuregui, catedráticos de la Universidad de Colima. La obra de Santa Cruz debe ser considerada un capítulo aparte. Es por sí sola, una estrella distante y solitaria, vestida de vanguardia, dotada de vuelo propio entre la literatura colimense del Siglo XX.

La cita es en el Teatro Hidalgo (otrora Santa Cruz, que fue construido -por así decirlo- por el bisabuelo de Agustín, el coronel don Francisco Santa Cruz y Escobosa, gobernador colimense durante el porfiriato), a las 20:30 horas del próximo miércoles 16 de julio. Ese día, Agustín Santa Cruz cumple 100 años.


Impulso. Saludo a los aviadores muertos

Abrir las alas. Ser flecha, línea, golpe de la laca decorando el plano liso del cielo, como un trazo ágil de luz en la luz. Impulso joven que va más allá del límite, sin importar el término plano de la pista, desafiando arrugas del viejo suelo. Qué importan los pesos extraordinarios cuando la mano siente el poder que impulsa el motor, hace que ruja, hace que silbe. Elevar...
Así en ese provocador afán de subir, de ver el plano de la tierra después de las nubes, para sentirse más alto que las crucetas en las torres, sentirse quizás poseedor del secreto de los aerolitos...
No es un hombre, no es un complejo anatómico el que se siente feliz, es tal vez una edad, un momento que obliga a dejar las compuertas libres, incapaces de contener el dinamo de la fuerza de millones de millones de haces fibrosos, restirados, tensos. Sensación contraria a la felicidad de morir en propia cama, de arterioesclerosis. Realización de los sueños en que tenemos alas y vamos de visita a las azoteas vecinas.
Morir así. No con la majestad de juntas médicas, más bien pequeños, majestuosamente pequeños, dentro de los tijeretazos de soplete que hacen los rayos en la sábana de la tormenta. Son dos y llenos de ese estupor que el abismo abre en los ojos, atentos al zumbar de los cilindros, como colonias de abejas.
Pablo Sidar, Rovirosa. Vuelo sin fin.
No a la gloria, pobre bandera llovida; no a la eternidad, invento de vagabundos que no se cansan en la vida y quieren seguir de frente, a la transformación, bajo la dirección de Dios, comandante en jefe de todas las flotillas.
Yo diré ante una exhalación: ¡Tal vez Sidar!
También puede ser flecha, rígida y limpia, nueva. O grito afilado.

(Cuyutlán, 26 de mayo de 1930)


martes, 8 de julio de 2008

«Jeta de Santo»

Antología de la poesía de Mario Santiago por Mario Raúl Guzmán y Rebeca López
«Jeta de Santo». El Abate Las Patas

Por Orlando Guillén



Por encima del poder de la anecdótica que ni a magia de carpa llega y porque «Por mi culo que no sé el comején que signifique esto/ Pero alma frente a cuerpo/ Como perro sumergido en perra/ Juro que este instante me destaza/:: me transforma ::», diré con toda la jeta por pie de Mañanita que de lo demás me callo, y por festín de sapo que Mario Santiago en Jeta de Santo es, concisamente, sí, Mario Santiago. El Abate Las Patas. Hasta acá sube el hedor andante del cazador equivocado de su propio blanco, e ingenuo, no inocente; e indefenso vividor que fue de infiernos ciertos en los 2 bolsones de la miseria del mundo reducto a sus andanzas, por aquellos puntos por donde y hasta donde le fue posible patearlos; y por contraparte en «¿Quién eres? Soy 1 extranjero para dios/ para la policía/ para mí mismo», el resuello de su ancha respiración asmática de júbilo simultáneo de amor y de belleza de todo lo vivo que quieras que no te incluye en versos de aristas de metal nervioso que hasta plagiando al prójimo te incluyen y se mueven largos, mayestáticos recargándose en vuelo o al contraerse y disparar, verdes y sinuosos como gusano de muertos o gargajo potencioso de polen de ala de culebra. Aquí está, sí, Mario Santiago, y no el laboreado ficto famoso Ulises Lima que buscarán en vano los afanosos de toda mitificación. No saben tales hurgantes que si hurgan el montón aparcado por los antólogos tampoco lo van a hallar, pero poco o nada les importa: la verdad no es propósito natural de su pesquisa, porque de ellos es la corola de la flor de los pesos medios, a mucha honra y enjundia. Cosa de ellos. O allá ellos. Pero El Abate verdadero no da recurso a la decepción a quienes se lo permiten, y en eso es como un mago borracho dentro de una bola de cristal que se tambalea, cae y se hace añicos que gritan retorciéndose en ojos y espejos diminutos de vida y de conciencia; y a quienes no, les pone cráneo en la recámara la bala dilemática de inventárselo o retornar a la fuente de su progenie que es pública y camino es llano que no cuesta. Y que quienes se queden, que se queden. En todo y no sólo en lo que entre estas líneas se comprenda o se intuya, la verdad no es dinero gratis y sólo os hará libres si la conoceis y sois consecuentes con su conocimiento. Por eso mismo no os la digo y, en cambio, os conmino a que la perrieis allí donde esté o ande. Mario Santiago está en este libro que lo antologa, y eso en sí, que no es mérito porque tal es su deber, es una excepción que rompe el resto de la regla general al día, y deslastra por tanto cualquier fantasmagoría al abordaje. Lo digo en pleno acuerdo en este criterio de a kilo con Mario Raúl Guzmán y Rebeca López. Dar El Abate de carne y hueso humanos, expreso por los hitos poéticos que marcan su andadura antitrágica espiritual, espirituosa y sobre todo real, y dar persona tangible en el patín de la vida, ha sido pues el criterio de los antólogos para seleccionar sustancia sangrienta espiritual de la carne y médula dúctil pero no maleable del hueso de música poético del autor, sin eliminar por exceso de celo chirridos y ripios en poemas que deben estar por razones no musicales (lo contrario sería querer darlo sin evolución y sin defectos y omitir virtudes específicas por defecto de otros, más cuando no existe obra sin defectos, y aquí son útiles muchas veces para soportarse a su escritura libérrima); y así nos entregan, con este libro, de los alrededor de 1500 poemas que constituyen la obra en manos rebequiles de Mario Santiago, solamente 161 que son a esa obra núcleo, cosa imprescindible por distintos motivos, casi diría sin ninguna excepción y quizá sin omisión, porque ahora no me voy a poner a pespuntear detalle y precisar. La edición, de portada sólo para gambusinos tenaces de Eldorados del verso y casi imperceptible al público lector normal, lo cual no creo que sea intencionado, es del Fondo de Cultura Económica, Madrid y no México, lo cual no creo que sea intencionado, 2008. MRG escribió también el prólogo. Su presencia me releva de antecedentes y referencias poéticos y de circunstancia, y de entrar en voluntad y extensión o alcances de estilo. No del todo o quizá mucho menos de intención de espíritu.

Jeta de Santo viene de jeta de Santiago; o sea: es título de autor y es valor añadido a los antologadores que no sea de magín de ellos o de alguno de los dos. Así, aquello que en tanto enunciado revela es revelador sin matices. Indica no una «condición de» sino una «actitud de»: un desplante de Black Shadow enmascarado de plata, un cinismo de moraleja; una disposición a llevar y ostentar en vivo una santidad secreta y abstracta, autoasignada, como jiba de carga concreta porque sí o por güevos de tiranuelo de Narciso. Una ‘santidad’ insoportable, e insostenible para cualquier otro; una ‘satánica-santidad’ de «poeta-dios». Esto que es individual y prófugo, en su propio reino antitrágico se agota y fagocita y fagota: es chicotazo sólo del vuelo de su látigo, por más que quiera o no quiera expandir lo suyo a los demás. Pero para «tener la jeta» extrema de cargar con una mascareta de este tajo a filo hasta la muerte en las relaciones de trato y obra con todo y con todos, hay que tener jeta. Y para jeta la Jeta de Santo de El Abate Las Patas. Y algo más que jeta también. Luego: no quiere decir todo lo dicho que Santiago no fuera «verdadero» en el sentido de «auténtico» sino simplemente que no era santo ni se proponía serlo y sí en cambio ser poeta y con aquella máscara ir a misa negra. Asumir pues gesto y figura y no sustancia de santidad es de hecho o una renuncia o un desprecio a la santidad como proyecto de vida trascendente y de mundo; gesto y figura que borda ausencia de compromisos de práctica y ética. La santidad es ejercicio espiritual y de mundo que como la poesía es cuestión de ser y no de parecer, querer ser o ganar remotos lotes de eternidad en los jardines de muertos metavitales. Es vivir la experiencia de ser divino, de tener en casa a Dios, de ser casa de Dios y vivir Él, ser Él viviendo en ti en la materialidad de la vida concreta; y ello por la vía, que es a paga de la propia, de la renuncia, la humildad y todas las virtudes frugales y por paradoja pródigas que vencen el ego y el deseo mortales por el ego y el deseo de vivir en éxtasis de eternidad en divinidad. Virtudes de desecho desde la soberbia y el orgullo abatesco prójimos a los de Nietzsche, sin embargo para otros a la mano de Utopía, a la mano de locos de una cierta locura de desiertos etéreamente poblados por el poder monstruoso de monstruos fans de la fe. El Abate sólo era un santón laico ebrio monstruoso de la fe poética. Y cínica y lúcidamente conciente de serlo. Para él la poesía vivía en casa de nacimiento, residía en él, y él era si no la poesía sí El Poeta, el que la hacía, El Creador. No se creía como el chileno patapalmonte solamente un pequeño dios por ser poeta sino Dios mismo, El Creador. El poema con que celebra el nacimiento de su hijo se llama en delirio de balcón que no es hipérbole “Dios padre rasga su espíritu santo para contemplar el milagro de Dios hijo”. A que todo esto se entienda mejor, convoco ahora a dos de sus grandes modelos franceses de poeta: Mario Santiago no sólo se tenía por «Satán adolescente» como Rimbaud sino también por el Amante Dios que lo nombra de este modo, creándolo, el Poeta: Verlaine. Tu propio Rimbaud hijo es hijo de tu propio Verlaine padre en tu espíritu santo creador internos. El idilio trágico de estos cuates es ayuntamiento patente y simbólico del mal y del bien -mal y bien mutuamente enamorados e inseparables en la accidentada travesía espiritual del creador mexicano cuya soberbia se ejerce impune como la otra cara, probablemente la única atractiva para él, de la humildad, desde el cuerpo indiferencial en que al tocarse se funden y resuelven los contrarios. Su actitud vital de confrontación y provocación permanentes viene de este arsenal de arsénico y asimismo el derecho que se arroga de arrojar a los mercaderes del templo a la cara las plastas de mierda de su propia miseria en conciencia, mientras él se concede inocencia y raíz de razón de juez inapelable. Porque a diferencia del filósofo citado, El Abate no ahogó en la nada en combate conceptual o en el puro desprecio lo que arraigó en él de la visión cristiana de mundo, y de manera menguada, casi polvo y casi pelo aparece entre los trastos menores de su verso. «Mi único evangelio: el Apocalipsis/ Don germinado/ Excremento de ángel/ Ensalada de Alpha rociada de Omega». Mario Santiago no era un santo. El santo vive en la felicidad de Dios, se sabe creatura y no Creador y ama tan mansamente al mundo que por amor renuncia al mundo. La santidad es, así y por lo antedicho al respecto, un producto y un estado de locura manifiestos. Por la bacha que queda del cerillazo que enciende a Fénix, el prestigio poético de la locura viene, en choque de contradicciones, mucho menos de la creación en estado de locura que de la actitud de vida extravagante de los poetas, pero El Abate no siguió a Hëlderlin porque era muy otro gallo para su corral sino a Rimbaud en esto. Y eso fue axial de su problema: al Abate sólo le podía interesar la locura como condición de la creación y asumirla por actitud en forma de receta rimbaudiana, porque él de loco nunca tuvo un gramo; por el contrario, cultivaba bajo la tapa de los sesos una inteligencia brillante, despierta y apasionada. El desorden general de los sentidos abatesco fue entonces pues actitud y autoinducción. Poeta de halo ego en desmesura de divinidad creadora, necesitaba (y a mordidas y desgarrones, pero los tuvo), tanto del amor femenino como de sus amigos verdaderos... y de prosélitos y acólitos a manera testimonial de corte de los milagros de su mollera poética; y más aún: del reconocimiento social que nunca recibiría en vida, porque había hecho todo para lo contrario. Así lo cuenta Mario Raúl Guzmán: «Su manía de execrar a escritores “consagrados”, apedrearles sus casas llenas de metáforas más inanes que la más caduca de las vanguardias y pintarrajearles las paredes hechas con las obras completas de Octavio Paz, dieron la coartada perfecta a quienes decretaron su inexistencia». Era, por descontado, la suya, una ruta de fracaso y autodestrucción. Por algo he dicho que fue un personaje antitrágico. El ideal trágico enfrenta y sortea toda adversidad pero termina cediendo la vida a la dictadura del Destino -que no avisa cómo ni dónde porque es El Que Es. El ideal de El Abate vivió destino en vida porque vivió su condición de poeta, lo que significa asumirlo, pero la vivió a través de la máscara que se impuso y que se hizo con él y de él fue siamesa, porque toda máscara es persona, y persona con persona se paga. Por eso en la gran final, solo contra todos y solo contra nadie (como El Hombre Que Remolinea La Espada, de Josep Carner), en su tremendo delirio de Destino, El Abate cedió a su máscara, a su imán de taquilla y a la atracción de pancracio de su propio maelstrom, pero ciertamente no al rudo poder enclenque de Los Poderosos del Verso, y briago de toda bebida elocuente bebió hasta las heces los riesgos y las glorias fementidas de su máscara, y fue, campeón sin corona, su primera y su última víctima, cuando ya su muerto había cavado largamente su tumba y llovía sangre coagulada sobre el ring.

Concubinato indesligable
entre el hemisferio-zas
& el hemisferio-cataplum

Contra vendavales e inundaciones
(& en cierta manera a
favor de ellos)
contra casas de puertas cerradas
contra soles agusanados
contra cirrosis más allá
del hígado/

La poesía sale de mi boca,
asoma las narices/ el pene
a lo imprevisto/
el estremecimiento
el resplandor/
& la baba también
& los pelos arrancados a este tiempo
a fuerza de jinetearlo
& desatascarle su rodeo/
& la caspa/ & la petrificación
de tantas de las yerbas & raíces
de este mundo/ que antes de
morderlas nos vemos obligados
a escupir...

La poesía sale de mi boca,
de mis puños, de cada poro
resuelto de mi piel/
de este mi lugar volátil, aleatorio/
testiculariamente ubicado/
afilando su daga/ sus irritaciones
su propensión manifiesta a
estallar/ & encender la mecha
en 1 clima refrigerador
donde ni fus ni fas
ni mechas ni mechones
ni 1 solo constipado
que merezca llamarse constipado,
ni 1 solo caso de Fiebre-Fiebre
digno de consignarse en este
mi inmóvil país

ECLIPSE DE SOL EN EL METRO
CORONA DE ESPINAS ELÉCTRICA

(Este texto me fue enviado por Orlando Guillén, poeta, y aquí lo posteo para su lectura. Como dicen en el Ecos, no tiene desperdicio)

viernes, 6 de junio de 2008

Dones: Hombre Gris

Los colores se perdieron
y con la luz un nuevo color nace.
Soy el que camina en las calles,
con las manos en las bolsas
y comiendo chocolate.
Soy el que brinca sobre charcos
de agua sucia y sonríe a una anciana.
Soy el que alza el brazo en las marchas
y llora en las noches de abandono.
Soy el que grita al sonoro rugir del cañón.

Ni blanco.
ni negro.
Ni malo.
Ni bueno.
Ni rico.
Ni pobre.

Hombre gris,
ni blanco,
ni negro,
solamente/ quiero ser feliz.

(Hombre Gris, dondehood, DAC)

Verde

ahí vamos
celebrando la violación de la patri a
ay vamos
cantando como gatos entre cables eléctricos, cayendo
ahí vamos
viendo sólo leña en árbol
acabemónos este mundo
destruyámoslo
ya tenemos nuestro marte
con su agua congelada
váyamos
allá
a celebrar
la violación
de nuestra patri a

Silencio...

Hay días en que no se me ocurre nada más...

martes, 3 de junio de 2008

Sala de Lectura Móvil "Agustín Santa Cruz"





El 16 de julio Agustín Santa Cruz estaría celebrando 100 años de vida. El poeta colimense será motivo de una serie de homenajes que inician con la apertura de una Sala de Lectura móvil en el centro de la ciudad. Ahí van las primeras gotas de lluvia...

viernes, 30 de mayo de 2008

Sobre Eugenia Robleda

Una valquiria embravecida
(Texto para la presentación de "Bosque Dorado Teñido de Sangre" de Eugenia Robleda)

En las primitivas lenguas germánicas, valquiria significa, la que elige a los muertos. Jorge Luis Borges explica, en el mítico Libro de los Seres Imaginarios, que un conjuro anglosajón describe a las valquirias como mujeres resonantes cuando cabalgaban sobre la altura y resueltas cuando cabalgaban sobre la tierra. Las valquirias eran poderosas.
En la mitología escandinava estas mujeres eran vírgenes “armadas y hermosas” que elegían a los caídos en combate y llevaban sus almas al épico paraíso de Odín, techado en oro e iluminado por espadas. Hasta ahí llegaban las almas de los elegidos por las valquirias.
Pero los muertos señalados por las valquirias no podría ser cualquiera. Eran guerreros, caídos violentamente, en batalla, en medio de la sangre, con una espada incrustada en el pecho o un hacha atravesando su cráneo.
Podríamos decir entonces, que Eugenia Robleda en su Bosque Dorado Teñido de Sangre que hoy nos reúne, hace las veces de una valquiria embravecida. En el primer cuento del libro: titulado “El Dolor”, Eugenia construye una historia de guerreros –por así decirlo-, de mujeres y hombres que luchan, se destruyen violentamente, se violan, se desgarran, se seducen, se asesinan.
La técnica narrativa con que se construye ese texto es peculiar. Una escalada o una avalancha, podríamos decir. Una cadena, una historia que une las historias de otros, una mujer enamorada de un hombre que la toma por confusión, un odio nacido por nunca tener aquello que se añora.
En “El Dolor” leemos a una narradora que lanza flechas con cadenas, las estira y hala, elabora un laberinto sentimental a base de cuerpos que se unen, rozan y poseen. Paulina, Roberto, Susana, Santiago, Magdalena, Armando, Chucho, Alejandro son los nombres de esos personajes y pueden ser los nombres, actitudes o historias de cualquiera al lado de nosotros. Una historia construida en la confusión y con ciertos rasgos poéticos: “él había muerto, su cráneo se estrello junto con su automóvil”.
Sin embargo, esta valquiria, no cesa en capturar y elegir desposeídos y desalmados. En “Regálame un Día” nos cuenta la historia de un vampiro, que parece más una representación simbólica del universo desalmado en el que vivimos:
“Los dedos de Noctámbulo Necrosio, bailan sobre las teclas blancas y rojas del piano. Sueña con la sangre que derramará mañana, le gusta ese olor acre que despide la sangre de los católicos, no de todos, de los que llevan el aroma del evangelio en sus venas, de los que enseñan una cara frente a Dios y otra detrás de su prójimo, de los que pueblan sus sueños con los demonios del infierno…”.
Así, nos encontramos con una Eugenia Robleda que además es una valquiria, a la usanza germánica y escandinava, una narradora que reúne en sus relatos porciones de una realidad avasallante, onírica, dolorosa, amorosa, tierna, futurista, gótica… la narradora que eligió a varios muertos para sus cuentos hechos para leerse por la noche, con una copa de sangre y un platón lleno de carne humana destazada por esta valquiria embravecida.

Esaú Hernández
Colima, Colima a 29 de Mayo de 2008

De la Lectura

NUEVE ANOTACIONES SOBRE LA LECTURA
(Texto leído durante la presentación del libro "Lecturas para Naúfragos y Cosmonautas" de Carlos Maldonado)

1. La lectura enfrenta muchos problemas. Hay enemigos perfectamente identificados: algunos de ellos, imbatibles; otros, peligrosos; y unos que otros, son débiles pero persistentes. Sin embargo, uno de los mayores enemigos de las tareas de fomento a la lectura somos los escritores.
2. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el escritor es una “persona que escribe”. Así de simple. Contra esa definición, hemos enarbolado y nos sentimos parte de una élite que tiene derecho a menospreciar, criticar, destruir los esfuerzos de otros sólo porque no nos invitaron, porque nos corrieron o porque nos quitaron la beca.
Enrique Serna, en El Miedo a los Animales, ha detallado de manera grotesca mas no alejada de una realidad cada vez más avasallante, la forma en que el mundillo literario es capaz de intentar destruir personas, esfuerzos, trabajo.
3. Así, alguien dijo una vez que “la necesidad sustituye los sentimientos”. En los sentimientos se fragua todo: la sencillez, la grandeza, la elementalidad. Por ello, resulta increíble el vacío que la necesidad genera en personas y cosas. Es común este mal entre los escritores, antologadores, críticos y promotores de la lectura: “voy a escribir un libro –reflexionan- aunque no tenga nada que decir y voy a llamar la atención a toda costa. Mi padre es el vacío.”
4. De esa manera, han surgido proyectos tan pretensiosos y caros como aquel que aspiraba a hacer de la dantesca Divina Comedia una sopa de letras en zonas rurales y marginadas de los municipios o aquel que insiste entre niños de escasos recursos otorgar una biblioteca digital con lecturas en archivos pdf. Nadie pensó en que esos niños apenas tenían lecturas elementales, básicas o que muy pocos tendrían una computadora en casa o escuela. Sin duda, los medios eran adecuados pero la pretensión muy alta. No eran esos los públicos correctos. El axioma popular reza: “no corras sin antes aprender a caminar”.
5. Así, durante los dos primeros años en que Colima se ha aplicado la Ley Estatal de Fomento a la Lectura y el Libro, los primeros pasos han sido firmes, han dejado huella. Hoy, por ejemplo, somos testigos de uno: se entrega a jóvenes y niños de Colima, una antología digna de reconocimiento. Explico:
6. Señalaba yo en los puntos 1, 2, 3 y 4 que los trabajos de fomento a la lectura han sido pretensiosos y elitistas, sobre todo, aquellos encauzados por escritores.
Y que en ese escenario, quien sea humilde, debe reconocer los esfuerzos que por su sencillez son dignos de aplauso y lamentar aquellos que han sido lacerantes, insípidos.
Aparece entonces una antología: “Lecturas para náufragos y cosmonautas”, una colección de textos que a un lector –así, sin más calificativos- ha marcado y que ese lector tiene como única pretensión compartir aquellas lecturas que lo han marcado, esos textos que para él serían imprescindibles en un naufragio o en un viaje a la prossima centauri. Tan imprescindibles y necesarios como el agua, el techo o la comida.
7. Hacer de la lectura un derecho ciudadano y del fomento de la lectura una obligación del Estado, es un deber impostergable. Hoy, el Senado de la República, aprobó la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro. Los medios han destacado como una de sus bondades el establecimiento de un precio único del libro en toda la república. La Ley había permanecido en la congeladora –así dicen los políticos- durante todo el sexenio foxista y parece un primer acercamiento hacia la socialización de la lectura.
8. En medio de ese panorama, repleto de banalidades, affaires y desencuentros personales, aparecen de pronto textos valiosos por su postura social, moral, ética.
Por ello, resulta agradable leer las sencillas notas que Carlos Maldonado hace de los textos y autores seleccionados en esta colección. De Kafka anota: “Kafka es conocido principalmente por su novela La Metamorfosis, en la que Gregorio Samsa se convierte de un día para otro en un insecto“ o de Lewis Carroll se le puede leer: “Carroll es un ejemplo de lo que se puede encontrar de valor releyendo un libro que parecía agotado, pues a cada lectura ocurren grandes y pequeños descubrimientos que nos obligan a leer Alicia (en el país de las maravillas) una y otra vez”.
9. Sin una pretensión mayor que la de compartir con potenciales lectores juveniles, los textos que lo han marcado, Carlos Maldonado entrega un esfuerzo que la Secretaría de Cultura no ha querido dejar pasar. Su selección es una oportunidad más, una herramienta para seguir trabajando, entre aquellos, niños y jóvenes que mañana pueden llevar a una isla desierta o a un viaje a la luna cualquiera de esos 50 mil libros obsequiados este año. Que así sea, que naufraguen muchos y otros tantos más se vayan a la luna.
Esaú Hernández

Por si la recua

SIETE ANOTACIONES, POR SI LA RECUA
(Texto leído durante la presentación del libro Por si la Recua, de Dora Moro)

1. Si el futuro nos agarra sin confesar seamos sinceros, hace cuánto que la poesía mexicana se ha convertido en una trinchera dominada por tres o cuatro cánones literarios; te clasifican así: alumno de un alumno de Paz; alumno de un alumno de Deniz; alumno de un alumno de Milán; alumno de un alumno de Bolaño a Mario Santiago (e incluso amigo o conocido de éstos). Luego ya saben, los premios, los jurados, los amigos.

2. Por eso resulta un acontecimiento que de vez en cuando encontremos a una poeta –son más frecuentes las mujeres- que ande por ahí, con su librito en mano –como si fuera una sartén o un teléfono celular- cantando alegremente algunos de sus lapsos personales que se convierten (ojo) en cantos de muchas otras por ciertas coincidencias temáticas, por ciertas coincidencias generacionales, por ciertos dolores y padecimientos sociales.

3. A últimas fechas, la poesía escrita por mujeres ha encontrado cierto respeto que la escrita por hombres ha perdido: la mujer está más preocupada por su entorno social, por su entorno particular que la poesía masculina.

4. Explico: hace rato que poetas mexicanos han dejado de ocuparse de la economía o el petróleo, de las elecciones o el hambre. Hace rato, entonces, que estos temas son más bien parte de una poética femenina de los últimos días. ¿Qué nos pasa? Me pregunto, acaso los que escribimos poesía nos hemos olvidado de un entorno cada vez más avasallante por adentrarnos en la otredad de nuestro más profundo yo, en nuestro ego poético. ¿Y los demás?, vale la pena preguntarse.

5. A mitad de ese camino están ahora muchas de nuestras poetas mujeres. En medio de una sociedad a la deriva. Son ellas, es evidente, las que a pesar de la modernidad son brújula y leña para quemar el azogue de una casa. Son las que cantan, al uso de los antiguos bardos, las historias de los navíos que naufragan o los héroes que derrotan gigantes día con día.

6. Manejar con la diestra y la siniestra maldiciendo.
Madrugar al noticiario por si la crisis,
hablar dos idiomas por si el euro,
por si la recua y el mitin andarse en atajos.
Por si mañana el afore,
por el sida,
por si la bolsa,
por los difuntos.
Alumbrar la sombra por si el secuestro,
guardar amuletos por la de malas,
cambiarnos el nombre si nos acosan.
Y por si el hambre arrecia
a misa el domingo
a misa el domingo.

-Dice Dora, en Decreto Tercer Milenio-

7. Quería cerrar las siete anotaciones así: ¿será una mujer la salvadora de este mundo o nos llevarán a la perdición como al pobre Adán aquella voluptuosa y pecaminosa Eva? Ay se las dejo, por si la recua.



Esaú Hernández

viernes, 9 de mayo de 2008

¿Para qué tienen voz los poetas?
Melissa Patiño y el estado de derecho


Por Luis Fernando Chueca

¿Causa indignación el espectáculo de una poeta presa? Deberíamos decir, en realidad, que es indignante -debería serlo- que cualquier ser humano inocente lo esté, contradiciendo así los más elementales principios de justicia de una sociedad que quisiera, por fin, saberse democrática. Pues bien, por estos días nos toca asistir a la triste confluencia de ambas circunstancias: Melissa Patiño, joven, poeta, inocente, está detenida desde el 29 de febrero. Y, desde mediados de marzo, sometida a un sistema de reclusión de máxima seguridad en el Penal de Santa Mónica.
Melissa viajó a Ecuador para asistir al Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana. Inicialmente ella no iba a ir, pero como el director del programa de radio donde trabaja -que había sido invitado en su calidad de periodista- no podía participar, le ofreció la posibilidad de cubrir su plaza en este evento, público y autorizado, que se celebró en la Casa de la Cultura de Quito. La poeta, inquieta y curiosa promotora del colectivo cultural Círculo del Sur, lió maletas y partió rumbo a lo que suponía una experiencia enriquecedora humana y culturalmente. En Quito buscó escritores, visitó librerías, entabló amistades. También participó de algunas conferencias del congreso bolivariano y de una marcha. A su vuelta, al cruzar la frontera hacia Aguas Verdes, fue detenida junto a otros seis ciudadanos supuestamente sospechosos de los mismos cargos que ahora se le imputan.
¿Cuáles? Terrorismo, conspiración, planificación de acciones ilegales contra las próximas cumbres internacionales. Así comentaron algunas autoridades que procuraban hacer alarde de su rápida "eficiencia". El reciente auto de apertura del proceso lo confirma. La acusación: terrorismo (esa palabra que debiera usarse con cuidado pero que suena casi a comodín cuando se pretende denigrar, embarrar o liquidar). La evidencia: haber participado del evento en cuestión. Total, dicen, en la organización de la CCB participan las FARC y el MRTA. Eso, aseguran, la incrimina. Y el delirio fiscal llega a mencionar, como pruebas -las únicas-, que Melissa vio unas pintas que decían "Alan genocida" y visionó, como tantos otros allí, un video que llevaba los saludos del dirigente de las FARC Raúl Reyes. También se apunta que en la marcha mencionada cargó brevemente una banderola.
Melissa ha declarado que no es chavista, ni milita en ningún partido de izquierda ni pertenece a alguna de las casas ALBA. Tampoco siente admiración por las FARC ni el MRTA. ¿Qué hacía ahí, entonces?, preguntarán los suspicaces. Y se podría responder que curiosidad e ingenuidad la llevaron hasta Ecuador. Pero también habría que recordar que, incluso si ella fuera "bolivariana", o si hubiera expresado alguna simpatía por las FARC o el MRTA, eso no la haría culpable de nada ante la ley. En nuestro país no existe el delito de opinión y, si se piensa que hay razones para investigar, no pueden abandonarse la elemental presunción de inocencia, los mecanismos legales y el pleno respeto de todos los derechos.
Sin embargo el panorama, que debiera ser transparente, se enturbia al recordar que hace menos de diez días se denunció, también por terrorismo, a los dirigentes comunales, abogados y ambientalistas que promovieron la consulta vecinal en Ayabaca sobre la minera Majaz, o que ha habido muertos civiles -todo indica que por disparos policiales- en protestas recientes. Si a esto añadimos el allanamiento de locales en la calle Quilca y aledaños, en el Centro de Lima, recintos frecuentes de músicos, poetas y pintores, precisamente a poco de haberse realizado el primer plantón por la libertad de Melissa Patiño, y sumamos la cancelación de los talleres literarios conducidos por Rocío Silva Santisteban en Santa Mónica, luego de que ella escribiera un artículo sobre esta detención, todo resulta más ensombrecido.
¿Amedrentamiento? ¿Intento disciplinario? ¿Criminalización de la disidencia y la protesta? ¿O quizás es el anuncio de que el destino escogido para el famosísimo "perro del hortelano" son las rejas dispuestas por el tal señor hortelano? Total, esas voces y ladridos desarreglan la melodiosa música que producen las tan boyantes cifras macroeconómicas.
Como ha escrito el poeta Óscar Limache, el triste espectáculo de Melissa Patiño en Santa Mónica nos recuerda, a los setenta años de la muerte de César Vallejo, que en el Perú se sigue deteniendo injustamente a los poetas; pero también -y más- a tantos otros inocentes. Los gestos de solidaridad por Melissa que, en estas últimas semanas, se han incrementado (en la prensa, en blogs, en eventos, declaraciones y manifestaciones públicas) son alentadores frente al posible desánimo de muchos. Pero hacen falta más, aún, para que nuestra joven poeta esté pronto de vuelta. Hace falta, así mismo, que veamos a los otros inocentes también de regreso con los suyos y, sin duda, que estemos atentos a la urgencia de vivir en democracia que es también, no lo olvidemos, justicia y libertad. Cito otra vez al poeta Limache: "Si no es para solidarizarnos con el dolor humano, no entiendo para qué más podemos tener voz los poetas".

(Este artículo fue publicado por el poeta peruano Luis Fernando Chueca, aquí se reproduce íntegramente y retomado del blog del poeta hermano chileno Héctor Hernández Montecinos)

miércoles, 19 de marzo de 2008

En esta esquina... Silvia Tomasa Rivera... een esta otraa... CDM

Leía yo la Jornada Semanal cuando me encontré con este texto de Silvia Tomasa Rivera sobre el Diccionario Crítico de la Literatura Mexicana, de Cristopher Domínguez Michael. Ayer leía también al peruano Harold Alva lamentarse por que la cultura y la poesía se han convertido en una "triste trinchera", es cierto nos gusta el pleito y nos mueve el interés...

"Hablando de los grupos literarios de México, existe un doble fondo y una doble intención que se transcribe como: voy a publicar en el Fondo de Cultura Económica, una antología, y voy a incluir a los que viven por mi casa, a mis amigos, y a uno que otro escritor muy reconocido, nada más para llevar a feliz término el propósito anunciado.
Eso está muy bien para una tarde de café en El Parnaso, pero es muy desleal y poco operativo para llevarlo a cabo. Sin embargo se hizo. De no creerse, y de gran carencia ética y moral la semblanza que publicó recientemente el Fondo de Cultura Económica bajo el comprometido título de Diccionario crítico de la literatura mexicana (1955-2005), cuyo autor es Christopher Domínguez Michael. Eso lo explica todo, pero no lo justifica. El editor debe estar consciente que México es y ha sido siempre un país de grupos apasionados, y cuando se publica un diccionario de autores que va a ser exhibido dentro y fuera del país, debe hacerse con una conciencia lo más elevada posible, quiero decir alejada de los arrebatos de grupo, de lo contrario están siendo cómplices de un engaño. Omitir es mentir, tratar de ocultar a todas luces una verdad contundente, hacer el ridículo tratando de dar a los lectores un punto de vista con la idea de que lo acepten como si éstos no supieran quien es quién en la anfructuosa planicie literaria. Omitir es cercarse a uno mismo, encerrarnos en el entorno al que pertenecemos sin darnos cuenta que es un campo minado. En otras palabras, ciego de luz y torpe de conciencia.
La cauda de hojas que publicó el FCE no tiene por qué tener a todos los vivos y los muertos, y menos siendo del dominio público el grupo de vivos al que el autor rinde cuentas. Es muy cómodo publicar en el Fondo de Cultura Económica y la distribución no es mala; cuando yo publiqué Duelo de espadas, meses después lo encontré en unas librerías de Madrid. Claro, eran otros tiempos y el director era Jaime García Terrés. Pero los humanos no aprendemos de la historia, hacemos nuestro propio recuento personal según las limitaciones de las cuales somos rehenes. Alguien dijo una vez: la necesidad sustituye los sentimientos. Me quedé pasmada. En los sentimientos se fragua todo: la sencillez, la grandeza, la elementalidad. Es increíble el vacío que se genera con la necesidad de personas y de cosas. Es llegar a decirse en la penumbra del desasosiego: “voy a escribir un libro aunque no tenga nada que decir y voy a llamar la atención a toda costa. Mi padre es el vacío.”
¿Tiene caso escribir un libro que no le sirve a nadie?
Un libro aun con las ausencias debe ser un libro completo siempre y cuando se guarden las proporciones. No se puede mostrar una guía (aunque se diga personal) sin incluir a Guillermo Samperio, quien publicó por cierto en el FCE Gente de la ciudad, y que cada vez tiene más lectores; no incluir a Rafael Pérez Gay, después de haber escrito Diatriba de la vida cotidiana, lectura obligada en nuestro tiempo; ni a Hernán Lara Zavala, narrador de incuestionable trayectoria que tanto leen los jóvenes. No incluir a Elena Poniatowska, una institución en las letras mexicanas de los últimos cuarenta años; ni a Ángeles Mastretta que escribe en contacto directo con el corazón de las mujeres. No se puede hablar de dramaturgia sin mencionar a Hugo Argüelles, como si su obra Los gallos salvajes no hubiera sido escrita; ni a Víctor Hugo Rascon Banda cuya obra Cierren las puertas es un parteaguas en la nueva dramaturgia mexicana.
No se debe utilizar el nombre de Evodio Escalante sin reconocer Las metáforas de la crítica. Nadie que escriba sobre literatura mexicana puede ignorar a Hugo Gutiérrez Vega como si su inolvidable trilogía griega no existiera; eso, en principio, es ya una irreverencia. No se puede, señores, hablar de poesía mexicana sin mencionar a Luís Miguel Aguilar, aunque esto lo comprendo, Christopher, porque las coordenadas que lanzas a tus ojos no alcanzan a llegar a una poesía narrativa tan profundamente humana como la que está escrita en Chetumal Bay Anthology. No se puede ignorar a Elva Macías, sin percibir que en la brevedad de sus versos se gesta la grandeza del poema.
No mencionar a Vicente Quitarte es no darse cuenta de la celestial marejada poética que existe en El ángel es vampiro. ¿Quién no ha sido chupado por un ángel en las noches sin luna? No reconocer a Marco Antonio Campos es ignorar Viernes de Jerusalén, uno de los libros de poesía más leídos y sentidos de los últimos años. Ni a José Vicente Anaya, cuando su libro Híkuri es tan considerado por los lectores jóvenes que no saben de mafias. Y José Ángel Leyva, ¿qué no leíste los versos que salieron de las mismísimas profundidades de El espinazo del diablo ? Y Efraín Bartolomé con su legendario Ojo de jaguar, que camina por la décima edición, ¿tampoco es digno de ser nombrado? ni Ricardo Castillo, poeta de la gloriosa generación de los cincuenta que publicó en el FCE su ya clásico libro El pobrecito señor X; que después fue recogido por la editorial Verdehalago y Conaculta en la colección de poesía La Centena , bajo la coordinación del poeta Víctor Manuel Mendiola, quien también publicó en el Fondo su libro Vuelo 294 y que tampoco fue incluido. Me atrevo a decir que la selección que hizo Mendiola para La Centena es una de las mejores y más heterodoxas que se han editado en México. Deberías aprenderle, Christopher, nunca es tarde. Date cuenta que lo único que demuestras con tus hallazgos inconsistentes es que eres mejor “cuate” que crítico.
El hecho de no haber sido incluida no me afecta en sí, porque siempre he sabido que vives en una adolescencia perpetua de trastabilleos y caprichos. Lo que me preocupa es el manejo de los espacios públicos como si fueran privados, gozando de la impunidad de grupo.
El mundo que habitamos es más amplio, Christopher, no se limita a un poder transferido. El único poder que sobrepasa los grupos y la turbiedad de las acciones es el poder de la creación, precisamente el que te fue negado.
Volviendo al incómodo asunto que nos atañe, los rencores y desacuerdos de grupo deben quedar atrás, cuando se trata de presentar a la sociedad una muestra sustancial de los escritores de México. El Diccionario crítico de la literatura mexicana (1955-2005) no se puede tomar de ningún modo como una guía seria, es un trabajo gregario y superficial. Por la importancia que representa para los lectores y para la sociedad mexicana en general, el Fondo de Cultura Económica, casa editorial donde varias generaciones hemos abrevado, no debe exhibir sus debilidades, mostrando una antología que adolece de la esencia cabal de personas que pertenecen a una época determinada y que han trascendido gracias al reconocimiento de sus obras.
Desde el momento en que el autor dice marrulleramente en el prólogo: “una antología personal y un diccionario de autor”, no debió publicarse con el nombre que ostenta. Si tanto era el compromiso ¿y con quién?, el título debió quedarse como en la cita del prólogo. Si se quiere hacer un diccionario de escritores mexicanos con las características pretendidas, la investigación debe estar solventada en bases firmes; editarse en dos tomos si presume de ser crítico, y el antologador debe ser un escritor responsable que no atienda a mafias ni orquestaciones. Si se pierden de vista estos puntos, el gasto de producción será innecesario.
Yo, igual que muchos escritores, pido se retire de circulación el Diccionario crítico de la literatura mexicana (1955-2005) porque - con tal brillo de ausencias- no es un libro confiable ni susceptible de ser consultado.
La comunidad literaria de México no puede ser cómplice de una mentira, ni permitir que se manipule, a través del prestigio de una editorial, el juicio de los lectores.
Dígame, por favor, señora Consuelo Sáizar, directora del Fondo de Cultura Económica: si un libro no toca almas ni principios y no acerca al lector a la luz del conocimiento requerido, ¿qué estamos tocando? ¿Acaso estamos tocando el Fondo?"

jueves, 31 de enero de 2008

Convocatoria: Premio Nacional de Cuento "Gregorio Torres Quintero"

El Gobierno del Estado de Colima a través de su Secretaría de Cultura y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes convocan al

1er. Certamen Nacional del Cuento Gregorio Torres Quintero.

1.- Podrán participar todos los escritores mexicanos por nacimiento y residentes en la República Mexicana con un mínimo de 5 años viviendo en el país.

2.- Los participantes podrán concursar con un libro de cuentos inéditos en español.
a) El tema y la forma son libres
b) El texto deberá tener una extensión mínima de 60 cuartillas y máxima de 120, escritas a máquina o en computadora con tipografía times, a 12 puntos, doble espacio, en papel tamaño carta por una sola cara y deberá enviarse por cuadruplicado (encuadernado o engargolado).
c) El libro se firmará con seudónimo. Por separado, en un sobre cerrado con el seudónimo escrito en el exterior, se incluirán los datos personales: nombre completo del autor, de la obra, domicilio, número telefónico, correo electrónico, copia fotostática de su acta de nacimiento u original de documento probatorio de residencia en el país y breve currículo. Estas plicas serán depositadas por los organizadores en una notaría pública de la ciudad de Colima, Col.
3.- Para asegurar el anonimato y validez del seudónimo, únicamente se admitirán a concurso los trabajos recibidos por correo o servicio de paquetería, remitidos con el seudónimo correspondiente.
4.- Las inscripciones al certamen quedan abiertas a partir de la publicación de la presente convocatoria y cierran el 3 de marzo de 2008. Para tales efectos se tomará en cuenta la fecha del matasellos del correo o guía de paquetería. Los organizadores no se responsabilizan por la demora en la entrega de los trabajos a concurso.
5.- No podrán participar:
- Trabajadores de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Colima.
- Obras que se encuentren participando en otros concursos en espera de dictamen ni las que hayan sido premiadas en certámenes similares.
- Trabajos que se encuentren en proceso de contratación o de producción editorial.
6.- El jurado será designado por la Secretaría de Cultura de Colima y el CONACULTA; se integrará por tres personalidades de reconocido prestigio en el campo de las letras, cuyos nombres se darán a conocer una vez que se haya dictaminado el premio. Su fallo será inapelable. Igualmente, podrá otorgar las menciones honoríficas que considere convenientes. El jurado se reservará el derecho de declarar desierto el concurso.
7.- Una vez emitido el fallo del jurado, se procederá a la apertura de la plica de identificación del ganador del certamen, quien de inmediato será notificado, dándose a conocer su nombre a través de los medios de circulación local y nacional a más tardar el 9 de mayo de 2008.
8.- La premiación se realizará el 25 de mayo de 2008 en la ceremonia con motivo del natalicio de Gregorio Torres Quintero.
9.- No se devolverán originales ni las copias de los trabajos no premiados con el fin de proteger los derechos de autor.
10.- Los derechos de publicación de la primera edición serán propiedad de los organizadores.
11.- El premio único e indivisible para el ganador es de 40 mil pesos, publicación de obra y diploma.
12.- La participación en este concurso implica la aceptación de las bases de la presente convocatoria.
13.- Los organizadores y el jurado tienen la facultad de descalificar cualquier trabajo que no reúna los requisitos exigidos en esta convocatoria.
14.- Los casos no previstos serán resueltos a criterio de los convocantes y el jurado.
15.- Los concursantes deberán enviar sus trabajos rotulados a la siguiente dirección.
Premio Nacional de Cuento “Gregorio Torres Quintero”
Secretaría de Cultura del Gobierno de Colima
At´n Yolanda Orozco Zamora
Calzada Galván Norte esq. Ejército Nacional s/n
28000 Colima, Col.
Para más información comunicarse al tel. (312) 313 30 24 yorozcovinculacioncolima@yahoo.com.mx o yolaorozco2001@yahoo.com.mx

lunes, 28 de enero de 2008

Haiku: Ramón F. Reboiras*

Escupe su lava el Etna.
Muere el Rey de Bélgica.
Revienta Sarajevo.

Y en mi corazón baila
la cabra del gitano.


* Ramón F. Reboiras: "la literatura es una venganza, la castración del periodismo te traslada una furia literaria, una rabia de escritor a sueldo que hay que dosificar".

jueves, 17 de enero de 2008

Fragmento de Cuadrilla: Agustín Santa Cruz

Nieto de Francisco Santa Cruz, gobernador de Colima y constructor del centenario Teatro Hidalgo, Agustín Santa Cruz es una de esas piezas que han sido poco valoradas y menos difundidas en la literatura colimense. Su temprana y sorpresiva muerte, la imposibilidad de que su obra fuese editada -regada en suplementos culturales y revistas de varias partes del país- y la poca valoración que se ha hecho de sus textos, lo han convertido en una leyenda negra de la literatura colimense. Hará casi diez años, cuando Ada Aurora Sánchez y Marco Jáuregui, terminaron Terrena Cruz, Vida y Obra de Agustín Santa Cruz y desde entonces poco o nada se ha dicho del también primo hermano de Alfonso Michel. La obra de Santa Cruz puede considerarse rupturista en medio de la siempre tradicional poesía colimense. Releo ahora el libro de Ada Aurora y Marco. Me encuentro de pronto con esto:

De la nariz le salía un líquido negruzco y fétido, ya el estómago comenzaba a hinchársele por la descomposición rápida del trópico.
(...) Por la vía cercana pasó el tren de los millonarios, con todas las cortinas bajas.
Chirrió el armón sobre la vía, empujado por los peones rumbo al trabajo.
Salió el sol y comenzó la diaria tarea de matar a los hombres y a las cosas.

(Fragmento del cuento Cuadrilla, de Agustín Santa Cruz)

miércoles, 16 de enero de 2008

Rogelio Guedea: Oficio. Leer

(El miércoles 23 de enero será presentado Para/Caídas, la más reciente publicación del escritor Rogelio Guedea, en el Patio Central de Palacio de Gobierno. Aquí se extiende una invitación.
Entre otras cosas, Rogelio Guedea publicará en próximas fechas otro texto en Aldus Poesía en conjunto con la Universidad de Colima y la Secretaría de Cultura, Oficio.Leer, que incluye decenas de reflexiones sobre los libros, el oficio de escritor y el oficio del lector. Aquí un adelanto de esa obra, que será presentada en Colima hacia el mes de Abril; y, como se sabe, la editorial Random House Mondadori publicará su novela Conducir un tráiler, que debutará en sociedad en la FIL 2008.)

El personaje García Madero, de la novela Los detectives salvajes del escritor Roberto Bolaño, a quien conocí una tarde lluviosa a las afueras de la Casa de América, en Madrid, roba libros. Pero no roba los libros que él desearía, dice, sino los que le brinda la oportunidad. Esta furia lectiva es la que extraño en muchos lectores de fin de semana, que buscan cualquier pretexto para no leer. Si el escritor es húngaro, porque es húngaro. Si la novela es rosa, porque es rosa. Si los personajes son bisexuales, porque son bisexuales. Hay lectores que, incluso, justifican
su rechazo al grosor del libro. Son demasiadas páginas, dicen, achacándole al escritor defectos estilísticos y otras babadas. A mí no me interesa el objeto amado sino amar, parece decirnos García Madero, personaje de Roberto Bolaño, a quien conociera una tarde lluviosa a las afueras de la Casa de América, en Madrid. Es una buena idea para llevarse a la cama.