martes, 24 de abril de 2007

Poética de José Eugenio Sánchez

escribo lluvia
y más abajo la palabra
paraguas
y abajo de ésta
escribo tu rostro
y borro una avenida
donde pocos vehículos
circulan hasta tarde
agrego plato de sopa
y muchas botellas de vino

después no escribo nada
y paso horas con la mente en blanco

antes de cerrar el cuaderno
anoto rápidamente
tus pelos iluminados
en la luz de la mañana


(José Eugenio Sánchez es un poeta nacido en Guadalajara y tengo entendido, reside en Monterrey. En 1997 ganó el Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe a la joven creación. Entre sus libros están: Tentativa de un sax a medianoche Praxis/Dosfilos, 1992. El azar es un padrote, Ana Fernández Editores, 1998. Physycal Graffiti, Visor, 1998.)

Declaración de Inicio (Marco Antonio Campos)

Cada uno de mis poemas pretendió
ser un instrumento útil de trabajo.
Pablo Neruda (Estocolmo, 1971)

Las páginas no sirven.
La poesía no cambia
sino la forma de una página, la emoción,
una meditación ya tan gastada.
Pero en concreto, señores, nada cambia.
En concreto, cristianos,
no cambia una cruz a nuevos montes,
no arranca, alemanes,
la vergüenza de un tiempo y de su crisis,
no le quita, marxistas,
el pan de la boca al millonario.
La poesía no hace nada.
Y yo escribo estas páginas sabiéndolo.


(Ningún sitio que sea mío, Calamus Poesía, 2006)

Armando Vega Gil: halla tu libro y cómetelo, aunque sea despacito...

Conocí a Armando Vega Gil: el viejo adagio de que "de músicos, poetas y locos todos tenemos un poco" aplica con precisión en él.
En cuanto al fomento de la lectura, su tesis es arriesgada y también es la percepción de muchos (o al menos yo la comparto): "las escuelas son enemigas" de ésta. La obligación: "debes leer al Quijote en una semana, hacer un reporte de lectura y entregarlo el viernes a las siete de la mañana o si no"... arruina la posibilidad de goce y obliga a los estudiantes a recurrir a resúmenes regados en la red, por ejemplo, o a adquirir versiones diminutas de los textos, un ligero esbozo, lo suficiente como para acreditar la materia. Es una pena, que la obligación destruya tan especial acto, como es el de la lectura. Pero, no hay más, en México, somos capaces de destruir y crear a pestañazos. No se trata de leer mucho, arriesga Vega Gil, sino de encontrar tu propio libro y comértelo, aunque sea despacito... Pero yaa me desvié del tema)...
...Decía que conocí a Armando Vega Gil: ese Armando Vega es el mismo que -según confesó- debió insistir durante treinta y cinco años en las letras para poder ganar su primer concurso: el Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí, que hacía esos treinta y cinco años, había ganado una tía suya. Armando, además de escribir narrativa, fue guinista de Andrés Bustamente (Güiri-Güiri), bajista de Botellita de Jérez; compositor, vocalista y bajista de El Palomazo Informativo. (Ven que le queda el adagio).
Es la segunda ocasión que Armando viene a Colima: estuvo en marzo, en el Festival de Rock y volverá para dar un taller de guionismo. Por estos días, también filma un documental. Y trata de escribir poesía. Saludos pues, nadaísta.

Addendum

Alguien toma una escoba y barre los despojos de uno en la habitación. Y cuando uno sale a la calle lleva consigo esos recuerdos: el chillante sonido de los despojos frotando contra el piso. Es cierto: estamos vivos y eso nos duele.