martes, 17 de julio de 2007

Taxi Driver

Había decidido matar a un taxista. Hacerlo escupir los dientes mientras comprimo su cráneo con la puerta y poner el espejo retrovisor cerca de sus botados ojos: la próxima, fíjese a quién sube, no vaya a ser que se lo coma un elefante o un cacahuate le nazca de las orejas, le dije y me bajé con la pistola en la mano...

1 comentario:

metate dijo...

bueno, muy bueno. nada de libros traidos de la gandhi; olvidé el título y el autor, como es mi no sana, pero sí muy común costumbre. en fin, algún defecto tenía que tener...