lunes, 25 de junio de 2007

A veces se olvida que escribir es un ejercicio de paciencia: Antonio Ramos

A veces se olvida que escribir es un ejercicio de paciencia: novelas que tardan doce años en aparecer, adjetivos que cambian cientos de veces de sitio, adverbios que se acomodan como un arrullo pasados muchos tachoneos. Sólo los fotógrafos pueden, al aire, captar una obra maestra. Pero con los narradores se exige una paciencia a prueba de prisas literarias, una paciencia de una gota que tarde mucho tiempo en caer.

Antonio Ramos Revillas. Es de Nuevo León, al menos allá vive. El presente texto fue extraído de su libro, Necrologías, editado por la Universidad de Guanajuato.

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