PERSISTEN DUDAS SOBRE EL DERRAME DE PEMEX
MANZANILLO, COLIMA.- Han transcurrido dos semanas desde que la plancha principal del zócalo porteño amaneció teñida de negro. El derrame de combustóleo que la madrugada del 27 de julio llegó al mar ha dejado demasiadas dudas en torno a la revisión que debe realizar la paraestatal Petróleos Mexicanos de sus instalaciones de distribución y almacenaje de energéticos.
Y aunque para instancias como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales o la Unidad de Protección Civil de Manzanillo, los riesgos que la población del municipio ha corrido son mínimos; la postura de la Administradora Portuaria Integral implica una demanda enérgica a PEMEX para que detalle cómo, cuándo y con qué revisa los ductos que atraviesan la plaza principal de la ciudad.
LA INCERTIDUMBRE DE LOS PRIMEROS DIAS
El 27 de julio será inolvidable para los manzanillenses. Una extensa mancha de combustóleo se adueñó de la Plaza que comúnmente utilizan para pasear y descansar. Ese día iniciaron las dudas.
Muy temprano, la Secretaría de Marina y Petróleos Mexicanos estimaron que el derrame del energético había sido de 280 barriles (unos 44 mil 520 litros) de combustóleo.
Dos días después, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente afirmó que el derrame superaba los mil 84 barriles (173 mil litros) y dio inicio a un proceso administrativo que podría derivar en una multa millonaria a la paraestatal Petróleos Mexicanos.
Los primeros trabajos para evitar una catástrofe ecológica en Manzanillo fueron dos: PEMEX tiró arena –que funcionó como absorbente- en la plancha del jardín donde se ubica el Pez Vela y en el mar colocó barreras flotantes que detuvieron el avance del energético.
El día del derrame, Petróleos Mexicanos, afirmaba en un comunicado que el combustóleo no es tóxico ni explosivo y por tanto no existían riesgos para la población; sin embargo, la paraestatal omitió señalar que el energético sí es inflamable en ciertas condiciones de temperatura.
Un día después, Semarnat, estimó que solamente 20 de los mil 84 barriles del combustóleo derramado llegaron al mar. Así, personal de la dependencia realizó un recorrido por la zona de La Perlita, desde el malecón Espíritu Santo hasta el Mercado de Pescadores y hacia el Club Deportivo de Pesca; también, monitorearon las playas de San Pedrito, Las Brisas y Salahua.
Y aunque Petróleos Mexicanos argumente que los tanques de almacenamiento dispuestos en el casco urbano del centro de Manzanillo ya están desmantelados o bien que el combustóleo no es explosivo, existen otros riesgos que a decir del líder de los pescadores, Lucio Espinosa Cabrera, son altos.
A decir de Espinosa Cabrera, el último derrame y otros que se dan día a día por pequeñas fugas en los ductos e instalaciones de Petróleos Mexicanos dañan “severamente” la fauna marina en la bahía del centro histórico y la Laguna de Cuyutlán.
Pero la inquietud no termina ahí. El último incidente que sufrió la paraestatal en sus ductos debe poner en alerta a los ciudadanos y a las autoridades, para que esa empresa salvaguarde y garantice la vida de los manzanillenses que habitan en los tradicionales sectores, advierte el líder de los pescadores.
Mientras tanto, el administrador del Puerto de Manzanillo, Héctor Mora Gómez, ha exigido la salida de la paraestatal PEMEX, de la zona urbana y de su área de influencia comercial, al acusarla de representar importantes riesgos por no contar medidas de seguridad que garanticen la actividad humana del puerto, según refirió la agencia Info-Transportes, en su sitio web.
Héctor Mora acusó a PEMEX de simulación en sus actividades de seguridad, lo que genera importantes riesgos y pidió la reubicación de sus instalaciones fuera de la zona urbana y del puerto.
En entrevista, el gerente de ingeniería de la Administradora Portuaria Integral de Manzanillo, Gerardo Villagómez, informó que solicitó un reporte completo a la paraestatal Petróleos Mexicanos del calendario de revisiones a los ductos, así como un detalle de cómo y con qué se realizan sus inspecciones.
Y es que, señaló, aun cuando los ductos de PEMEX no cruzan por las instalaciones portuarias es trascendetal y urgente que los manzanillenses conozcan detalladamente cómo se encuentran las tuberías que atraviesan el Boulevard Costero y las zonas de Tapeixtles y La Alameda.
A decir de Gerardo Villagómez, PEMEX, no ha informado todavía en qué periodos ha realizado inspecciones en sus ductos y en sus instalaciones en el polígono del Puerto de Manzanillo I.
“Aquí lo urgente es la seguridad de los manzanillenses, no sólo salvaguardar los negocios y las empresas que hay en el Puerto. Hay personas que habitan en esta zona, niños, padres de familia y debemos estar preocupados por esta situación. Estamos preocupados por este incidente, esta sorpresa”, afirmó.
Villagómez ponderó que la API y los negocios en ella han buscado siempre el equilibrio entre el desarrollo urbano y el portuario; sin embargo, esa es una de las omisiones que ha tenido PEMEX pues, la autoridad portuaria, desconoce con qué frecuencia se diagnostica el estado de las instalaciones de la paraestatal y los diversos ductos.
Por ello, insiste, la Administradora Portuaria Integral, urgió a PEMEX un informe detallado del estado en que se encuentran sus equipos y terminales. A la fecha, aún no hay una respuesta formal de la empresa salvo “el acuse de recibo”.
Villagómez considera que Petróleos Mexicanos deberá cambiar sus instalaciones hacia la zona de desarrollo futuro, en el Vaso II de la Laguna de Cuyutlán, donde se instalaría la Terminal de Almacenamiento y Regasificación de Gas Natural Licuado pues en el polígono del Puerto Manzanillo I existe cercanía con la zona urbana y se mantienen diversos riesgos latentes.
El gerente de Ingeniería de API no olvida que aunque el ducto que transportaba combustóleo y ha sido clausurado por Petróleos Mexicanos, existen otros dos, uno que transporta gasolina y otro diesel, (éstos, sí altamente explosivos) de los que se desconoce si se encuentran en buen estado o no.
Insiste, en que ese ha sido otro de los motivos que obligan a la API a pedir un informe a PEMEX de cómo se encuentran sus instalaciones.
“API tiene una preocupación legítima por estos hechos. Es lamentable lo que sucede porque hay estado de alerta en la población”, dijo el funcionario federal.
Gerardo Villagómez insiste en que Petróleos Mexicanos debe garantizar la seguridad de los manzanillenses y de las grandes inversiones que existen en el puerto.
“Les hemos pedido la información de su programa de mantenimiento en el corto, mediano y largo plazo; pero lo que deben garantizar es la seguridad en sus instalaciones. Por eso hemos pedido ese informe y por eso nos hemos involucrado en este tema, porque hay muchos ciudadanos cerca y debemos buscar su seguridad, la seguridad de las familias”, explica.
EL SILENCIO DE LA PARAESTATAL
A 48 horas del derrame de combustóleo, Petróleos Mexicanos estimaba que la fuga –sin conocer el punto exacto donde se originó- se dio en un ducto de 20 pulgadas y la diagnosticó como un “poro” en la tubería, según establecía un comunicado.
Sin embargo, las evidencias gráficas son otras. El martes 8 de agosto, cerca del medio día, personal de Petróleos Mexicanos y de la empresa Ecoli –una de las encargadas de la limpieza de la Bahía de San Pedrito y del jardín principal-, retiraban el ducto de 20 pulgadas que originó el derrame: la corrosión lo invadió completamente y estaba –para utilizar las palabras de la paraestatal- lleno de “poros”.
Con una grúa, los trabajadores de la paraestatal, sacaron de la perforación hecha en la plancha del zócalo un tramo de casi cincuenta metros del ducto metálico que se utilizaba para canalizar el combustóleo desde la Terminal Marítima hacia la Termoléctrica de Campos.
Alberto Medina, con su lente, captaba los momentos en que los empleados tapaban con un plástico negro el ducto dañado. La orden era no decir nada a los reporteros: “ni una palabra”, señaló un empleado que removía arena del Jardín.
“Yo no estoy autorizado para hablar… busque a Hugo Pineda, es el ingeniero de PEMEX”, sentenció otro.
“No amigo, al señor Pineda ya lo mandaron a Guadalajara… dicen que habló de más a la prensa”, afirma otro empleado.
Entre los reporteros de Manzanillo, sólo se habla de un José Luis, otro de los encargados de la limpieza en PEMEX, que ha hecho diversas declaraciones pero tampoco apareció. El silencio de la paraestatal dice mucho. Y la instrucción a los empleados también.
¿Qué ha motivado a PEMEX guardar silencio? ¿Con qué frecuencia se revisan sus ductos? ¿Cómo se diagnostica el estado de las instalaciones de la paraestatal? ¿Quién los realiza y cómo? ¿Cuánto se invierte en los estudios de las instalaciones?
Mientras Profepa termina sus investigaciones en torno al daño causado al ambiente y establece la sanción que podría imponer a la paraestatal, el Instituto Nacional del Petróleo, indaga si el subsuelo en la zona del derrame fue afectado y trata de localizar otros posibles puntos de fuga.
TAPAN DUCTO DAÑADO
En medio de la incertidumbre, Petróleos Mexicanos tomó una decisión acertada: decidió clausurar el ducto de 20 pulgadas que era utilizado para transportar el combustóleo. Ahora, sólo utilizará dos de los tres tubos con se llevan los combustibles (Diesel, combustóleo pesado y gasolina) desde la Terminal Marítima hacia la Termoeléctrica y hacia la Terminal de Almacenamiento en Tapeixtles.
Sin embargo, no es la paraestatal Petróleos Mexicanos quien lo informa, sino el director de la Unidad Municipal de Protección Civil, José María Flores.
En entrevista, el funcionario municipal señala que PEMEX descartó que el combustóleo pesado represente riesgo a la población y afirmó que la paraestatal se ha comprometido a limpiar completamente los drenajes pluviales y sanitarios, que pertenecen a la Comisión Municipal de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado de Manzanillo para evitar sorpresas como la que se registró días después del derrame a un costado del paso a desnivel en los cruces de la Autopista Manzanillo Guadalajara y el Boulevard Costero.
Allí y en casas cercanas, una semana después del derrame, se presentó un fenómeno que la autoridad municipal explicó “como el desprendimiento” del material acumulado en los drenes pluviales y su salida por diversas cañerías.
José María Flores, director de la Unidad de Protección Civil municipal, insiste en que los manzanillenses no corrieron riesgo con el derrame de combustóleo pues es un energético “pesado” y “no tóxico” que tiene un nulo nivel de explosividad.
A días del derrame, el alcalde Nabor Ochoa López, le exigió a PEMEX entregase un mapa detallado de los sitios donde cruzan los ductos de la paraestatal; pues ésta pretendía realizar perforaciones en la zona de La Perlita –en el Crucero de las Gaviotas- para revisar más de sus tuberías, reportaba la agencia Reforma, el dos de agosto.
El director de Protección Civil explica que Petróleos Mexicanos entregó esa información y por ello, se les permitió realizar perforaciones y trabajos en el crucero de las Gaviotas.
Y es que, explica, esos trabajos permitieron a PEMEX, según le fue informado al Ayuntamiento, cancelar el ducto dañado y habilitar el que se utilizaba para transportar Diesel como la tubería que ahora vigila el paso de 10 mil metros cúbicos de combustóleo al día, hacia la Termoeléctrica de Campos.
El funcionario municipal insiste en que PEMEX asumió el compromiso de limpiar completamente el Jardín principal de Manzanillo así como los drenes pluviales y sanitarios de la acumulación de combustóleo.
“Ellos (PEMEX) nos reportan un gran avance en la reparación del ducto. Deben estar con trabajos en un 90 por ciento. Y en la zona de Las Gaviotas, ya está casi terminado”, afirma el funcionario.
José María Flores explica que Semarnat y Profepa estudian si existe o no algún daño en el subsuelo y en el medio ambiente del municipio, tras el derrame de combustóleo. Y adelantó, que “pronto” el Ayuntamiento difundirá un reporte detallado respecto al daño al entorno ecológico; en ese estudio participa la Facultad de Ciencias Marinas y del Medio Ambiente de la Universidad de Colima.
El funcionario municipal detalló que la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado le reportó a la Unidad de Protección Civil la “filtración” ligera de combustible en los drenes pluviales y sanitarios; sin embargo, asegura, “PEMEX limpió completamente” los drenes afectados en la zona centro.
Dijo desconocer qué cantidad de material se “filtró” en los drenes pluviales, pues “aún no se establece cuánto material” se quedó impregnado en la red de drenaje y alcantarillado de Manzanillo.
Para el funcionario se debe “admirar” el trabajo de la Secretaría de Marina en la “limpia” de la zona marítima que fue afectada por el derrame en el ducto de Petróleos Mexicanos, pues ya fue concluido en su totalidad.
José María Flores señaló que PEMEX trabaja coordinadamente con la Unidad de Protección Civil en la revisión de los ductos; sin embargo, el funcionario no pudo establecer con exactitud la última fecha en que la paraestatal revisó la zona donde el ducto se averió.
-Antes del derrame, ¿con qué frecuencia revisaba PEMEX sus instalaciones?, se le cuestionó.
“Ellos tienen un calendario para revisar sus ductos… nosotros hemos trabajado coordinadamente”…
-Pero le notifican a la Unidad de Protección Civil cuándo revisan las instalaciones…
“Ellos nos comunican los trabajos realizados y sus resultados”…
-En los últimos dos años ¿cuántas veces se revisaron esas tuberías?, se le insistió.
“Quiero decirte que ellos determinan el tiempo. Ellos manejan un calendario de chequeos en toda la república… es muy aventurado decir o saber en qué fecha, porque son operativos desde la Ciudad de México y nos informan cuando ya terminaron… pero hace aproximadamente un año, personal de Instituto Politécnico y PEMEX realizaron una revisión en varios puntos, donde pasan estos ductos”.
José María Flores insiste en que los riesgos para los manzanillenses son mínimos y asegura que PEMEX asumió el compromiso de limpiar los drenes pluviales para evitar nuevos incidentes de aportación de combustibles en la red de drenaje.
PROFEPA, SANCIONARÍA A PEMEX
Mientras las diversas instancias concluyen sus diagnósticos en torno al derrame de combustóleo, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, emprendió un proceso administrativo contra la paraestatal Petróleos Mexicanos para sancionarla por el siniestro del 27 de julio.
La delegación estatal de Profepa establece que esa decisión se dará luego de la valoración final de los daños al suelo, agua, aire, medio marino, flora y fauna silvestre y acuática, así como en los ciclos biológicos, salud y seguridad de personas y bienes materiales en el municipio de Manzanillo.
Profepa estimó que la afectación del combustóleo sobre el cuerpo marino abarcó unos 10 mil metros cuadrados, aunque la mayor concentración se redujo a unos 600 metros, en la zona del antiguo muelle fiscal. Y hasta que no concluyan los trabajos de diagnóstico y valoración, las dudas seguirán en el aire. (Esaú Hernández/DIARIO DE COLIMA)
1 comentario:
Ahora sí ya lo leí. Muy bien tu reportaje, en él se plasma la indiferencia e indolencia de Pemex hacia este tipo de accidentes, lo cual me recuerda el 22 de abril de 1992 en Guadalajara, ya que yo me encontraba a media cuadra de donde sucedieron las explosiones que acabaron con varios kilómetros de calles en esa ciudad. En esa ocasión, hubo la queja de algunos vecinos de que de los drenajes emanaba olor a combustible y la respuesta fue: No pasa nada, todo está controlado... y ya sabemos lo que pasó: poco más de 200 personas muertas (cifra oficial), heridos y miles de damnificados, de los cuales algunos después de 14 años no han recibido reparación por los daños.
Manzanillo es una bomba de tiempo, ¿qué esperan? ¿Otro 22 de abril ahora en el puerto? Saludos.
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